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Tenía 36 años y era profesor de Educación Física. Nacido en La Clotilde pero radicado en Resistencia desde muy joven, había construido una carrera como “profe” que quedará en el recuerdo de todos los que lo conocieron.
Mejor conocido como “Manguera”, Javier Oliva tenía una hija de cuatro años, era padre, amigo, compañero y educador. Un infarto apagó la luz de su vida a temprana edad.
Javier Oliva, más conocido como “Manguera”, tenía 36 años y oriundo de La Clotilde. De joven se radicó en Resistencia para estudiar el Profesorado de Educación Física y aquí sembró sus raíces. Un infarto terminó con la vida de una persona que era muy querida en Sixty, donde era entrenador de las categorías infantiles.
Quienes lo conocieron, afirman que Javier era un padrazo, tenía una hija de cuatro años, Catalina. Además, remarcan su era una persona siempre presente para todos, con una sonrisa muy particular, un carisma único. Era guitarrero de alma, animador de fiestas infantiles, bañero pero sobre todo, una gran persona.
“Manguera” se fue joven pero dejó un recuerdo marcado en el corazón de sus alumnos de Sixty, sus amigos del Rugby, de la vida y su familia. Era querido, adorado y pedido en todas las fiestas de cumpleaños y asados con amigos.