Con River como uno de los equipos más complicados para mantener la categoría, el Clausura 2011 será noticia por la parte baja de la tabla. Olimpo y Quilmes arrancan en la zona más compleja. Gimnasia y Huracán, en Promoción. Tigre no podrá descuidarse
Como nunca, el final de la temporada 2010/11 en el fútbol argentino provocará los nervios de todos: esta vez no sólo importará la parte alta, sino que también habrá acción de la buena en los últimos escalones de la tabla, ese espacio donde los equipos juegan su torneo aparte y en el que River se ha transformado en actor principal.
El equipo de Núñez vive en carne propia la consecuencia de los errores deportivos, institucionales y económicos de los últimos años, a los que deberá reponerse aunque sea con el peso de la historia, que ya no juega, pero de algo deberá colgarse para seguir en Primera.
Luego de haber transitado el 90% del pasado torneo en zona de Promoción, logró salir sobre el final del pasado Apertura, pero no podrá siquiera darse un respiro. Sólo cuatro puntos lo alejan de esa zona y ya en el inicio del campeonato se dará cuenta para qué está: su rival del debut será Tigre, un oponente directo en esta lucha, y que está por encima suyo también por cuatro unidades.
Olimpo y Quilmes serán los que tendrán la pendiente más cuesta arriba, porque tendrán que sumar casi como en una campaña de campeón para poder escaparse del descenso directo que el semestre pasado los fagocitó casi por completo.
Tienen a su favor la posibilidad de dividir por una sola temporada, pero así como por esta situación los triunfos suman importantes puntos para el promedio, las derrotas y hasta los empates, dejan una marca profunda.
La expectativa estará centrada, además, en lo que pueda hacer el renovado Gimnasia de Ángel Cappa y Guillermo Barros Schelotto. El club platense se renovó en todas las áreas: directivos, cuerpo técnico, jugadores y, sobre todo, logró reconquistar la ilusión de sus hinchas, a quienes nadie le quitará la esperanza de abandonar definitivamente la angustia delos últimos puestos.
En Promoción junto a Huracán, también deberá sumar, sumar y sumar. Hoy, ese objetivo, ya no parece imposible.
Difícil será el futuro de los de Parque Patricios: con un plantel sin grandes nombres, ya demostró el semestre pasado lo mucho que le costó no sólo jugar al fútbol, sino también ganar partidos. La cercanía con la posibilidad de abandonar la Promoción parece un espejismo, pero son sólo cuatro puntos los que lo separan.
Finalmente, Tigre también ocupa este grupo nada selecto de aquellos que este año se enfocarán en competir para seguir en Primera. Está tan fuera como cerca de todo. Con un técnico debutante como Rodolfo Arruabarrena y un plantel reducido, deberá apelar a su conocido espíritu guerrero para asegurar su continuidad en la máxima categoría.
El equipo de Núñez vive en carne propia la consecuencia de los errores deportivos, institucionales y económicos de los últimos años, a los que deberá reponerse aunque sea con el peso de la historia, que ya no juega, pero de algo deberá colgarse para seguir en Primera.
Luego de haber transitado el 90% del pasado torneo en zona de Promoción, logró salir sobre el final del pasado Apertura, pero no podrá siquiera darse un respiro. Sólo cuatro puntos lo alejan de esa zona y ya en el inicio del campeonato se dará cuenta para qué está: su rival del debut será Tigre, un oponente directo en esta lucha, y que está por encima suyo también por cuatro unidades.
Olimpo y Quilmes serán los que tendrán la pendiente más cuesta arriba, porque tendrán que sumar casi como en una campaña de campeón para poder escaparse del descenso directo que el semestre pasado los fagocitó casi por completo.
Tienen a su favor la posibilidad de dividir por una sola temporada, pero así como por esta situación los triunfos suman importantes puntos para el promedio, las derrotas y hasta los empates, dejan una marca profunda.
La expectativa estará centrada, además, en lo que pueda hacer el renovado Gimnasia de Ángel Cappa y Guillermo Barros Schelotto. El club platense se renovó en todas las áreas: directivos, cuerpo técnico, jugadores y, sobre todo, logró reconquistar la ilusión de sus hinchas, a quienes nadie le quitará la esperanza de abandonar definitivamente la angustia delos últimos puestos.
En Promoción junto a Huracán, también deberá sumar, sumar y sumar. Hoy, ese objetivo, ya no parece imposible.
Difícil será el futuro de los de Parque Patricios: con un plantel sin grandes nombres, ya demostró el semestre pasado lo mucho que le costó no sólo jugar al fútbol, sino también ganar partidos. La cercanía con la posibilidad de abandonar la Promoción parece un espejismo, pero son sólo cuatro puntos los que lo separan.
Finalmente, Tigre también ocupa este grupo nada selecto de aquellos que este año se enfocarán en competir para seguir en Primera. Está tan fuera como cerca de todo. Con un técnico debutante como Rodolfo Arruabarrena y un plantel reducido, deberá apelar a su conocido espíritu guerrero para asegurar su continuidad en la máxima categoría.